2015 fue récord en España en la quema de carbón. Pero en 2016 la generación de electricidad con esta fuente cayó un 30,6%. Esto hizo que las emisiones de CO2 del sector eléctrico bajaran un 21% al cierre de noviembre. Las condiciones climatológicas han permitido que crezca la generación hidráulica un 25%. Además, España ha importado más electricidad que la exportada por primera vez desde 2003. Portugal y su apuesta por las renovables son los más beneficiados.